P.A. Alejandro J. Garay
Instituto de Investigaciones Históricas, Antropológicas
y Arqueológicas
Escuela de Historia, Universidad de San Carlos de
Guatemala.
Las
comunidades mayas del noroccidente de Guatemala, sobre todo las de la región
montañosa que ocupa la Sierra de Los Cuchumatanes, han preservado en diversos
grados una asociación histórica, pero ante todo simbólica, con los antiguos
restos de la población prehispánica que se encuentran en su territorio. Los
sitios arqueológicos se han convertido en referentes de la identidad de estos
pueblos, convirtiéndose en los espacios en donde transcurren diferentes eventos
de sus historias de origen. Así, los
sitios arqueológicos, más que verse como objetos ajenos y alienados de las
poblaciones actuales, permanecen vinculados con ellas a través de la tradición
oral, que establece un lazo directo entre ellos y los pobladores del pasado,
referidos como antepasados primigenios de una época anterior a la entrada
española en la sierra.
Dos de
los casos más claros de este tipo de vinculaciones se encuentran en las
comunidades Popti’ o Jakalteka y Chuj. A
lo largo de este trabajo se abordarán sus historias de fundación y el papel
esencial que cumplen los sitios arqueológicos como escenarios de dichas
historias. El pasado se interpreta en función del espacio; sin los sitios
arqueológicos ésas historias no tendrían un sustento material que en cierta
manera las legitima al interior de cada comunidad. Los sitios se vuelven
evidencia de las historias y gracias a ellas reciben un valor como objetos de
identidad en las comunidades donde se encuentran.
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