Arqlgo.
Valerio Erasto Paredes Vega
Museo
Nacional de Antropología, INAH
Las leyendas de tesoros son parte importante de la
memoria de nuestro país, para un arqueólogo de campo es parte de su realidad,
ya que muchos de los sitios arqueológicos en campo están destruidos o presentan
claras huellas de esta actividad de buscadores de tesoros, muchos de ellos
motivados por la tradición oral, pero saber que tanto reflejan una realidad
arqueológica, es parte de este trabajo, sobre todo en el siglo XIX, donde
estudiaremos la existencia de bandidos y falsificadores
en la población de Villa del Carbón, que sólo se sabía por los relatos de personas mayores. Sobre estas narraciones no se tenía un
conocimiento fidedigno. La más completa de estas recopilaciones orales se
encuentra en una monografía de Villa del Carbón,
que menciona algunos datos sobre estos personajes y que sirvió de punto de
partida para esta investigación.
Por otro lado, la tradición oral que aún se conserva
sobre los Cachuqueros o falsificadores resulta muy vaga y confusa, evocada por
pocas personas del pueblo que ya se ha ido olvidando con el paso del tiempo,
por lo que se corre el peligro de perder esta información. Cuando era niño
algunos de estos relatos eran contados por parientes durante las sobremesas y
hacían volar mi imaginación sobre aquellos enigmáticos personajes de otros
tiempos, que fabricaban y robaban dinero para luego enterrar parte en casas de
la población.
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