miércoles, 26 de febrero de 2014

COMPRENDER EL TERRITORIO ANTIGUO A TRAVÉS DE LAS SEÑALES VEGETALES DE LAS COMUNIDADES CONTEMPORÁNEAS DE GUATEMALA





Arqueólogo Allan F. Vicente Tomáz
Escuela de Historia
Universidad de San Carlos de Guatemala



Para diversas comunidades de Guatemala; sean poblados que se identifiquen con algún grupo étnico en particular, u otros que guarden alguna filiación cultural poco sistemática con su pasado: muchas de las señales que componen su territorio poseen un profundo significado asociado con los mitos y la magia. Esta serie de ideas atribuidas no responden únicamente a la función o efectividad del objeto; sino incluso: a las relaciones cotidianas, placenteras, rituales o demás, que fueron propicias para establecer tal distinción.  
En este caso, se tratan los límites territoriales (comúnmente mojones); que responden a la adecuación del espacio, la adaptación de los recursos naturales, la sensación de propiedad y el resguardo de la integridad del terreno: situaciones que se conjugan e involucran la parte opuesta; en la percepción que el observador tiene del espacio delimitado.
Evidencia de ello son las numerosas propiedades con cercos adaptados al crecimiento de la flor conocida como Adormidera (Ipomea Violácea), Dolor de Oído, P’ olkotin Xiquin; en Kaqchikel (Retorcimiento de Oído). A esta flor se le atribuye que cualquiera que se acerque a ella, en este caso a la propiedad; sufrirá un profundo dolor de oído.     
También es frecuente el Palo de Pito (del género Erythrina), Tzite’ en Kiché y Tzetay en Kaqchikel. Mismo que tiene gran importancia para los guías espirituales Mayas quienes lo frecuentan. En el Popol Wuj se menciona su uso para adivinación.
Muchos otros casos de vegetación son notables: Aguacate (Persea americana), Izote (Yucca guatemalensis), Chalum o Quxin (del género Inga), entre otros.

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