LA
SERPIENTE Y LA CRUZ
Raffaela
Cedraschi
Curaduría
Museo Nacional
de las Culturas
En
este trabajo se abordarán dos símbolos, muy comunes en el vudú haitiano, sobre
todo a través de su significación africana, sin desatender su contexto
particular. La serpiente y la cruz son muy recurrentes en el pensamiento y en
los rituales vudú puesto que representan símbolos y circunstancias relacionadas
con algunas cosmovisiones, importadas desde África seguramente, pero adaptadas
y sobrepuestas a la religión cristiana impuesta por los colonizadores. El hecho
que hayan podido sobrevivir a pesar de todo, los asemeja a la música de
tambores, símbolo inagotable de resistencia y rebeldía, y nos da una muestra de
cómo ciertos símbolos unifican y proporcionan múltiples significados a una
identidad reconstruida y que sigue desplegándose en muchas facetas.
La
prohibición drástica de las tradiciones religiosas africanas se encuentra
aflojada por la misma práctica, obligatoria, del cristianismo. El esclavo se
sumerge al culto de los santos, los sacramentos, las procesiones y todas las
grandes fiestas litúrgicas. La iglesia distribuía folletos entre los esclavos
con litografías didácticas sobre los santos dibujados con sus atributos
específicos; estas eran imágenes poderosas para gente con fuertes culturas
visuales. Así, en el transcurso de su supuesta occidentalización, los haitianos
transformaron el significado de la iconografía católica observando su similitud
con los espíritus africanos y redefinieron la identidad de los santos en
término de sus propios lenguajes religiosos, haciendo de esto un dispositivo
protector frente a la Iglesia, pero al mismo tiempo transformador de las
propias creencias africanas.
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